Costa Rica se brinda con su esencia plena y sorprende en cada una de sus regiones.
Combina el verde intenso de la selva y los bosques, con montañas que emanan ríos de aguas calientes; y una fauna que dispone de nutridos espacios para vivir.
El norte del país es coronado por el mar caribe y su sector oeste y sur, por las costas del Océano Pacífico, que presenta playas magníficas y una sucesión de innumerables poblados para descubrir.
Un universo de playas completan unos 700km de costa sobre el Pacífico.
Hacia un lado el mar infinito, hacia el otro bajos cerros y volcanes van abrazando el contorno marino.
Sobre el Golfo de Papagayo, en la región de Guanacaste, se ubica playa Hermosa. Distinguida con la Bandera Azul, un sello ecológico que garantiza la limpieza y pureza de sus aguas; es un lugar ideal para los que prefieren las playas pequeñas y serenas.
Muy cerca se ubica Playa del Coco. Una bahía de casi 3km de extensión.
Es un poblado de pescadores auténtico. En las últimas décadas comenzó a recibir viajeros de diversos lugares y así mixtura un clima muy especial.
A poca distancia de la costa se divisa el islote Centinela, una punta de tierra rodeada de arenas blancas, elegida para la práctica de snorkel y buceo.
Continuando hacia el sur se desarrolla la Península de Nicoya.
Allí el poblado de Tamarindo se destaca por su ambiente cosmopolita y relajado.
Un pueblo donde habitaban tan sólo un puñado de pescadores. Y el oleaje tan especial para la práctica de surf fue atrayendo personas de diversas latitudes que se asentaron en el lugar.
Hoy es una comunidad de poco más de 2mil personas y el escenario de uno de los campeonatos de surf más importantes del continente.
Así se van sucediendo playas y poblados con características únicas y belleza natural.
Siguiendo con rumbo sur y atravesando el Golfo de Nicoya, se llega a Manuel Antonio.
Ua reserva natural de ensueño que brinda playas protegidas donde disfrutar aguas cálidas y la presencia de monos y diversas aves que conforman una experiencia sin igual.
Costa Rica surge entre ambos océanos como un vergel de naturaleza.
Entregarse a recorrerla, promete una sorpresa constante.
Adentrándose en el alma de la selva o caminando por sus amplias playas, la sensación siempre será de asombro y encanto.
Costa Rica es naturaleza esencial que cautiva.
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