En el corazón de la provincia de Corrientes, se ubica uno de los humedales más importantes de América. Aguas de ríos y lagunas se entremezclan con pastizales y monte para ser el hábitat de muchas especies.
La Reserva Provincial Iberá se creó en el año 1983. Abarca 1.300.000 has y contiene al Parque Nacional Iberá, creado en 2018. Ocupa casi el 15% del territorio de Corrientes.
La Laguna Iberá es la principal de toda el área. Tiene 5.500 has y una profundidad promedio de 3 metros. Los extensos suelos pantanosos se completan con un sistema de pequeñas lagunas unidas por ríos y riachos.
Adentrarse a explorar el iberá, presupone caminar entre verdes túneles y compartir el sendero con los serenos carpinchos.
Recorrer el iberá requiere sosegar el alma y entregarse a la sorpresa permanente.
Navegar por largas horas hasta mimetizarse con el paisaje.
Comprender de a poco la existencia ancestral de un lugar que es renovación de vida constante.
Andar por el iberá es caminar entre pastizales y montes misteriosos hasta volverse uno mismo con la naturaleza.
Los embalsados son islas de vegetación que flotan unidos por sus raíces.
Y en algunos sectores se encuentra la belleza de las Palmas Yatay.
Estas aguas son un importante reservorio de 125 especies de peces, 40 de anfibios y 60 de reptiles. El yacaré negro y el yacaré overo son los que más se han recuperado y se ven por doquier.
Además, 344 aves viven en este maravilloso ecosistema. Chajá, Biguá, Cigüeña, y diversos tipos de garzas, entre muchas otras.
Durante largas décadas, las personas de la región vivían de la casería, y este paraíso natural, hogar de tantas especies, estaba sumido en un abismo de muerte y destrucción. Hasta llegó a haber animales que se declararon extintos en la región.
La conformación de la reserva trajo consigo un importante proceso de capacitación y cambio cultural de la población nativa. La caza se prohibió, y esas personas comenzaron a trabajar en la protección y el cuidado del ambiente. Orgullosos de su nueva visión y espacio natural, comenzaron a recibir viajeros que querían descubrir estas bellezas.
Hoy el Iberá brilla en una de las listas más prestigiosas del mundo. Fue recientemente elegido entre los mejores 100 destinos turísticos del planeta.
Todo el Iberá desagua a través de río Corrientes.
Y en su vasta extensión viven mamíferos de gran relevancia para el equilibrio natural, que honran este paisaje con su presencia.
El Iberá invita a sumergirse en la emoción de avistar especies en su estado salvaje, apreciar la vida en su momento pleno y ser como testigos extraños de lo más auténtico de nuestro planeta.
La naturaleza siempre nos entrega enseñanzas profundas.
Los atardeceres del Iberá expresan la magia de su propia esencia.
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